CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EN ADOLESCENTES UNA «BOMBA DE TIEMPO»

 

DIALNET

Factores de riesgo y protección en el consumo de sustancias en adolescentes

  • Resumen
    • EspañolCon el objetivo de profundizar en el consumo de sustancias en la adolescencia, se han analizado los factores de riesgo y protección que inciden en los consumidores, en función del número y tipo de sustancias consumidas en el último mes. Los resultados muestran que a medida que aumenta el número de sustancias consumidas, aumenta también el número de factores de riesgo y protección, así como el índice de riesgo. Las principales variables en las que se han encontrado relaciones significativas están relacionadas con aspectos individuales y relacionales (familia, escuela y grupo de amigos) del adolescente.
    • EnglishIn order to deepen in the consumption of substances in adolescence, have analyzed the risk and protective factors that affect consumers, depending on the number and type of substances used in the past month. The results show that with increasing the number of substances consumed, also increases the number of risk and protective factors and the risk index. The main significant relationships variables found are related to individual and relational aspects (family, school and friends) of adolescents.

Fortaleza en medio de las dificultades

El Señor puede asegurarnos que Él está cerca y que nos guiará en los días más negros de nuestra vida.

Vivir no siempre es fácil, pero la oportunidad de hacerlo es una bendición que escapa a nuestra comprensión. En el proceso de vivir, haremos frente a dificultades, muchas de las cuales nos harán sufrir y padecer dolor. Muchas personas tendrán dificultades personales, mientras que otras sufrirán al ver el dolor de sus seres queridos.

Para tener fortaleza en medio de nuestras dificultades, debemos tener una perspectiva positiva de los principios del plan de salvación. Debemos darnos cuenta de que tenemos un Salvador personal en quien podemos confiar y al que podemos acudir en los momentos de necesidad. A fin de recibir la fortaleza que precisamos en medio de nuestras penalidades, debemos también aprender y vivir los principios que el Señor nos ha dado.

Una Perspectiva Positiva

Esta tierra es el lugar para probar si somos dignos y para prepararnos para regresar a la presencia del Señor. Él explicó: “y con esto los probaremos para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare” (Abraham 3:25).

El Señor explicó la razón por la que debemos ser probados durante nuestra experiencia terrenal: “Es preciso que los de mi pueblo sean probados en todas las cosas, a fin de que estén preparados para recibir la gloria que tengo para ellos” (D. y C. 136:31).

Parte del plan es que “haya una oposición en todas las cosas” (2 Nefi 2:11), y se nos concede el albedrío para escoger entre alternativas opuestas, lo que forma parte del proceso de probación (véase 2 Nefi 2:27; D. y C. 29:35). En nuestra existencia preterrenal, entendimos y apoyamos el plan de salvación, el que incluye los principios de la oposición y el albedrío. Sabíamos que en esta vida tendríamos experiencias que nos llevarían a tener dificultades y, en ocasiones, a sufrir.

Algunas de nuestras penalidades tienen que ver con la toma de decisiones, mientras que otras son consecuencia de las decisiones que ya hayamos tomado. Una porción de esas penalidades se deriva de las decisiones que toman otras personas pero que afectan a nuestra vida. No siempre podemos controlar todo lo que nos sucede en esta vida, pero  podemos controlar la forma en que habremos de reaccionar a ello. Muchas dificultades se presentan en forma de problemas y presiones que a veces causan dolor; otras adoptan la forma de tentaciones, pruebas y tribulaciones.

Aun así, las dificultades forman parte del sagrado proceso de santificación. No existen medios fáciles ni indolentes de santificarnos hasta el grado de que estemos preparados para vivir en la presencia del Salvador. Puede haber bendiciones en las cargas que soportamos, mas como consecuencia de esas aflicciones, nuestro carácter se vuelve más semejante al de Cristo.

Aun cuando esas experiencias puedan causar dolor, sufrimiento y pesar, tenemos esta certeza absoluta: “Ningún pesar que el hombre o la mujer padezcan en la tierra quedará sin sus efectos compensatorios si se sobrelleva con resignación y paciencia” ( The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball, 1982, pág. 168).

El Salvador consoló y aconsejó al profeta José Smith (1805–1844) cuando éste se hallaba sufriendo en la cárcel de Liberty, y le explicó los efectos y las bendiciones benéficos que se reciben si sobrellevamos bien nuestras cargas: “…todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien” (D. y C. 122:7). Y prosiguió:

“Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento;

“Y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos” (D. y C. 121:7–8).

La gente reacciona de formas diversas ante las dificultades. Algunos se sienten derrotados y vencidos por las cargas que son llamados a llevar. Muchos empiezan a culpar a los demás por sus dificultades y derrotas, y no siguen el consejo del Señor. Es una tendencia natural el buscar el camino fácil al realizar nuestra jornada por la vida y sentirnos desanimados, llenos de duda, o incluso deprimirnos cuando hacemos frente a las penalidades de la vida.

El élder Neal A. Maxwell, en aquel entonces Ayudante de los Doce, distinguió las diferentes reacciones que surgen ante las dificultades: “Los vientos de tribulación que apagan las velas de la dedicación de algunos hombres, sirven para avivar el fuego de la fe de [los demás]” (véase “¿Por qué no ahora?”, Liahona, abril de 1975, pág. 40).

Si seguimos los principios eternos revelados, cobraremos fuerza en medio de nuestras dificultades y seremos bendecidos al sobrellevar nuestras cargas, solucionar las dificultades y vencer los obstáculos que se presenten en nuestra vida. A fin de obtener la fortaleza que precisamos, tenemos que llegar a conocer al Salvador y seguir Su consejo.

Un Salvador Personal

El Salvador nos ha asegurado que nos conoce personalmente, que conoce nuestras necesidades y que podemos contar con Su presencia en los momentos de necesidad. Él aconsejó: “…de cierto os digo, que mis ojos están sobre vosotros. Estoy en medio de vosotros y no me podéis ver” (D. y C. 38:7). El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó: “El Salvador está entre nosotros, a veces en persona, con frecuencia por medio de Sus siervos, y siempre a través de Su Espíritu” ( The Lord’s Way, 1991, pág. 14).

El Salvador conoce todas las cosas pasadas, presentes y futuras. Jacob enseñó: “…Pues él sabe todas las cosas, y no existe nada sin que él lo sepa” (2 Nefi 9:20). Él sabe las cosas que necesitamos aun antes de que se las pidamos (véase 3 Nefi 13:8).

Él también conoce nuestros pensamientos y las intenciones de nuestro corazón, y ve hasta las partes más recónditas de nuestros espíritus eternos (véase Alma 18:32). Él enseñó: “…las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido” (Ezequiel 11:5).

Él conoce las tentaciones que enfrentamos. El Salvador fue tentado más allá de cualquier tentación que nosotros podríamos soportar. Las Escrituras dicen: “Sufrió tentaciones, pero no hizo caso de ellas” (D. y C. 20:22). Está presto para librarnos en los momentos de tentación. Pablo escribió: “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados” (Hebreos 2:18). Pedro proclamó: “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos” (2 Pedro 2:9).

El Salvador “sabe cómo socorrer a los que son tentados” (D. y C. 62:1). A pesar de nuestras debilidades, Él nos ama de forma incomprensible y nos ofrece gran esperanza: “…Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí; porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos” (Éter 12:27).

Además de conocer nuestros pensamientos y nuestras intenciones, tentaciones y debilidades, Él sabe todo lo que hacemos en nuestra vida. Él dijo: “He aquí, mis ojos ven y conocen todas sus obras” (D. y C. 121:24; véase también 2 Nefi 27:27). “Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia” (Apocalipsis 2:19).

El Señor está dispuesto a ayudarnos en los días difíciles:

“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros; buscadme diligentemente, y me hallaréis; pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá;

“cualquier cosa que le pidáis al Padre en mi nombre os será dada, si es para vuestro bien” (D. y C. 88:63–64).

Él está siempre dispuesto a consolarnos y aconsejarnos en los momentos de dificultades y padecimientos. Jacob enseñó: “…Confiad en Dios con mentes firmes, y orad a él con suma fe, y él os consolará en vuestras aflicciones” (Jacob 3:1).

El Señor nos da un espíritu de esperanza y un sentimiento de consuelo y confianza de que podemos vencer los obstáculos que enfrentamos. Él nos ha mostrado la forma de recibir fortaleza durante las pruebas y con Su ayuda tenemos la capacidad de salir vencedores. Presten atención a Sus palabras de consejo y consuelo: “No temáis, pequeñitos, porque sois míos, y yo he vencido al mundo… y ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá” (D. y C. 50:41–42).

De nuevo, y con amor, Él nos asegura que está cerca y que nos guiará en los momentos más negros de nuestra vida. Su fuerza nos sostendrá en las pruebas aun cuando nos sintamos débiles: “Por tanto, estoy en medio de vosotros, y soy el buen pastor y la roca de Israel. El que edifique sobre esta roca nunca caerá” (D. y C. 50:44).

Debido a Su infinito amor por nosotros, Él suplica al Padre el perdón de nuestros pecados y nos aconseja que nos animemos: “Elevad vuestros corazones y alegraos, porque yo estoy en medio de vosotros, y soy vuestro intercesor ante el Padre” (D. y C. 29:5; véase también D. y C. 45:3; 62:1; 110:4).

Si nuestra lucha es con el pecado, debemos recordar que Él está presto para perdonarnos si nos arrepentimos de verdad. Con demasiada frecuencia olvidamos que Él es un Dios amoroso, bondadoso y misericordioso. Es posible que algunos piensen que no hay esperanza porque han fracasado con demasiada frecuencia, pero el Señor nos ha aconsejado que hay gran esperanza para los pecadores si se arrepienten de verdad:

“…y si confiesa sus pecados ante ti y mí, y se arrepiente con sinceridad de corazón, a éste has de perdonar, y yo lo perdonaré también.

“Sí, y cuantas veces mi pueblo se arrepienta, le perdonaré sus transgresiones contra mí” (Mosíah 26:29–30).

Debemos acercarnos al Señor tal como lo hizo Enós en la antigüedad; él dijo: “Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor, y clamé a él con potente oración y súplica por mi propia alma; y clamé a él todo el día; sí, y cuando anocheció, aún elevaba mi voz en alto hasta que llegó a los cielos” (Enós 1:4).

Es posible que se requiera una oración de tal intensidad para recibir la remisión de algunos pecados. Los pecados graves se deben confesar al obispo, que es el juez común en Israel.

El resultado del verdadero arrepentimiento y de la remisión de los pecados son sentimientos de paz, esperanza, gozo y una conciencia tranquila (véase Mosíah 4:3). Alma describió ese sentimiento con estas palabras:

“…ya no me pude acordar más de mis dolores; sí, dejó de atormentarme el recuerdo de mis pecados.

“Y ¡oh qué gozo, y qué luz tan maravillosa fue la que vi! Sí, mi alma se llenó de un gozo tan profundo como lo había sido mi dolor” (Alma 36:19–20).

Mormón enseñó sobre el proceso que se lleva a cabo cuando recibimos la remisión de nuestros pecados: “y la remisión de los pecados trae la mansedumbre y la humildad de corazón y por motivo de la mansedumbre y la humildad de corazón viene la visitación del Espíritu Santo, el cual Consolador llena de esperanza y de amor perfecto, amor que perdura por la diligencia en la oración, hasta que venga el fin, cuando todos los santos morarán con Dios” (Moroni 8:26).

NO HAY UNA POLÍTICA CIENTÍFICA DE SALUD MENTAL EN COLOMBIA

La Fundación Dile Sí a La Vida, viene solicitando al Gobierno Nacional que por lo menos se trabaje con la ley 1616 de 2013 para humanizar a la sociedad y al país de la importancia de actuar y trabajar por la indigencia en ancianos, niños, niñas y adolescentes, atención integral en salud mental para recuperar a los individuos productivamente y garantizar un mínimo de dignidad humana.

Quién soy?

Warner de Jesús Polo          Meléndez

Soy miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de Los Últimos Días (mormones) bautizado el 14 de noviembre de 1978 a la edad de 14 años, por Kenneth Larry Tracy y confirmado por Juan Alberto Rincón, en una casa del ubicada en la calle del «cuartel» en el centro histórico de Cartagena de Indias – Colombia.

Ya para ese entonces la iglesia tenía una casa capilla arrendada y se contaba con la presencia de los primeros miembros bautizados en ésta ciudad. Leonor Torres (la Primera bautizada el 19 de agosto de 1975 en la Boquilla corregimiento del Distrito de Cartagena, seguidamente Pedro Antonio Bernal Pasos.

Allí para los creyentes en milagros, ocurrió uno de ellos, se desató una mosquitera como nunca antes a la orilla del mar Caribe donde se iba a efectuar la sagrada ordenanza por los misioneros Montalbán y Loury, antes hicieron una oración y se fue esa bandada de insectos, lo que permitió realizar el acto espiritual.

Dos apuestos militares aparecieron de la nada al momento del bautismo y luego desaparecieron cuando terminaron los dos bautismos, no se sabe como se fueron. (Serán 2 de los 3 nefitas que quisieron quedarse hasta la 2a venida de Jesucristo? para mi y para los bautizados sí eran ellos.

Actualmente tengo 60 años, padre de 9 hermosos hijos, 5 varones y 4 mujeres, Warner Luis Miguel Polo Gómez, Kenneth Roberto Polo Gómez, Nauvoo Alexandra Polo Gómez y Ónice Rosalba Polo Gómez, Jasper Isabel Polo Martínez, Laura Polo Muñoz, Wagner Andrés Polo Martelo, Harrison Donaldo Polo Martelo y Brandon José Polo Martelo. Ya tengo 10 nietos. (marzo-30/2024).

Nací en 1963 un 25 de octubre en Olaya Herrera, Cartagena de Indias-Colombia, barrio en la zona suroriental de la capital de Bolívar, hijo de Rosa Adela Meléndez y Miguel Ángel Polo Sarabia, soy Comunicador Social y Periodista me formé en la profesión como autodidacta, al lado de los mejores maestros de la radio y el periodismo local, Miguel Polo Sarabia (mi papá) reconocido por ser uno de los mejores locutores del país, y quien gerenciara una de las estaciones radiales de mayor tradición en Colombia Emisoras Fuentes con más de 80 años al aire en la banda preferencial 920 am, al lado de Fernando Maimón Perea, Humberto Mercado Pérez, Luis De Ávila Rodríguez, Freddy Castro Luján, Mary Rivas, luego me profesionalicé con la Universidad los Libertadores en el año 2011.

He trabajado en medios de comunicaciones como: RCN Radio, (Básica y Antena 2) Emisoras Fuentes, Todelar (Básica y la Voz de las Antillas), Emisora de La Policía Nacional en F.M. Radio Bucanero, La Voz de la Victoria, Radio Príncipe, El Heraldo, Colaborador de El Periódico de Cartagena, corresponsal de TV Hoy, y Cartagena TV. entre otros . Soy propietario del sitio web www.noticierolaciudad.com, de la Fundación de Salud Mental Dile Sí a La Vida, Copropietario de las Agencias de Turismo Vamos Tours y Nice Tours.

He viajado gracias a mi profesión a gran parte de mi país, en el exterior, a los Estados Unidos en las ciudades de Newark en New Jersey, New York, Atlanta, Las Vegas Nevada, Utah, Missouri, Kansas, Miami, Panamá.

Este espacio es dedicado a la salud espiritual y mental donde expresaremos y contribuiremos a una sana convivencia y comunicación asertiva.

 

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